Mayor consumo de proteínas de origen animal, fundamentalmente las procedentes de carnes rojas, además de huevos, lácteos y legumbres. Se acompañan de patatas, verduras y frutas, todos ellos cocinados con elaboraciones sencillas, pero muy precisas cuidando mucho los ingredientes. La dieta atlántica es la gran gran aliada en la prevención de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Rocío Yagüe, jefa de sala del restaurante Montes de Galicia, explica que las claves de la cocina atlántica son «la sencillez en la preparación de los platos para mantener la calidad de las materias primas y su valor nutritivo».
Tan sana como la mediterránea, la dieta atlántica ha formado parte de la forma de vida del noroeste español, especialmente de Galicia, durante siglos. Se caracteriza por la altísima calidad de las materias primas utilizadas y unas elaboraciones que persiguen un cocinado lo más natural posible, controlando además el exceso de grasas y su cocción.
Más proteínas que hidratos
La dieta atlántica forma parte de la tradición culinaria de los países bañados por el Atlántico, especialmente en ciertas zonas de Francia, Portugal y España, sobre todo Galicia. Si en algo se diferencia la dieta atlántica de la mediterránea es que en la primera hay una mayor ingesta de proteínas en detrimento de los hidratos de carbono. Los productos tradicionales de la zona atlántica tienen una importante concentración de ácidos Omega 3, que están en las membranas que protegen nuestras células de la degeneración propia de la edad y también juegan un papel destacado en la protección cardiovascular.
Llevar una buena dieta atlántica significa:
- Consumo de perscado y mariscos tres a cuatro veces por semana
- Acompañamiento de pan elaborado con harinas integrales o de grano entero, y tomar patatas, preferentemente cocida.
- Consumo alto de frutas y hortalizas.
- Uso del aceite de oliva sobre todo para aderezar en crudo.
- Ingesta diaria de productos lácteos.
- Consumo moderado de carne roja.
- Ingesta abundante de líquidos, especialmente agua, aunque el vino con moderación es un buen acompañante.