Esta marca y bodega vienen de antiguo, podríamos decir incluso de bastante antiguo. Pero lo más importante es que un grupo de personas, todos profesionales, la recuperaron y han puesto sus ilusiones desde hace ya un tiempo. Montesquius 1918, blanco y rosado, unos cavas que vienen a engrosar a este tipo de cavas que denominamos como “cavas de propiedad” que siempre es mucho mejor que calificar entre grande y/o pequeño/a cava o empresa, porque la calidad no corresponde nunca a las dimensiones -salvando las excepciones- que seguro las hay.
Bien de una forma o de otra, lo más importante es que se trata de unos productos muy bien presentados, con buena imagen y que los presentes parten de aquello que se llama coupajes-tirajes tradicionales, como base los Macabeo-Xarel·lo-Parellada, la trilogía imbatible y en el rosado se han permitido incluir entre las Monastrell y Trepat la Pinot Noir, como aportación de una nota más silvestre. Siempre hablamos de cavas del tipo Reserva y con añada, en un futuro los Grandes Reservas.
Montesquius 1918 Extra Brut Reserva 2013 y Montesqius 1918 Extra Brut Reserva Rosé 2013, seleccionan viñas, altitudes y latitudes, de viñas concretas, elegidas entre los viticultores de la zona.
Nuevos cavas que ya se perfilan en los lugares más gastronómicos porque la naturalea gastronómica de un cava es de las más amplias en lo que respecta a las armonías y va desde las cocinas de vanguardia orientales y peruanas como moda a las más mediterráneas, incluso lo nuevo por llegar como los insectos sofisticados ya hace bastante tiempo que han demostrado ser perfectos compañeros de estos vinos tan encantadores como son los cavas.
Salud y …cava.
